Desde pequeña he vivido con un lápiz o un pincel en la mano. No voy a decir que mis libros de la escuela estaban llenos de garabatos como otros artistas, porque no es cierto, siempre he sido muy perfeccionista y si hacía algo lo hacía a conciencia. Por el contrario, tampoco era una estudiante brillante, porque me despistaba con una mosca, pero eso ha hecho de mí una persona constante. Y esta constancia me ha ayudado poco a poco a conseguir lo que me he propuesto.
Siendo pequeña, mis padres me apuntaron a 2 o 3 clases de dibujo y pintura, que poco me duraron. Al principio iba con ilusión porque me lo pasaba genial con mis primas, pero con tiempo o me aburría o no me llevaba demasiado bien con el profesor, porque no me dejaba pintar lo que quería. Cortarle las alas a un niñ@ es el primer error de un adulto.
Cuando estoy trabajando en una nueva obra, mi mente va a mil por hora, y no dejan de llegar nuevas formas, colores, líneas, y preguntas a mi cabeza; así que necesito vaciarla lo máximo posible, y eso solo lo consigo materializando esos pensamientos en formas de bocetos, fotografías, vídeos, escritos… Es mi manera de comunicarme conmigo misma y después con el mundo.
Creo siempre que, en cualquier pequeño detalle podemos encontrar un poco de inspiración. Pero hoy en día la creatividad puede disfrutar de una enorme galería de temas a tratar y sobre los que inspirarse. Como muchos, me inspiro

en mi día a día, y en lo vivido, por lo que mis obras hablan sobre temas como el feminismo, las enfermedades mentales, y el medioambiente, con la mujer como epicentro de todo ello.
Las casualidades son las que me han llevado a tratar estos temas. En mis trabajos me centro en la investigación para la sanación, siempre desde un autoconocimiento en contacto directo con el problema para poder afrontarlo. Intento descubrir la libertad en todas sus formas, como es el feminismo, y la libertad de la mujer. El medioambiente, y su esclavitud ante el ser humano. O la mente humana y las cadenas que nosotros mismos creamos o las obsesiones a las que nos atamos.
Mi universo artístico es mayormente colorista, con pinceladas sensoriales y emocionales. En mi día a día, intercambio y combino diferentes disciplinas artísticas para completar mis obras, desde el dibujo y pintura hasta la fotografía y el video. Centrarme en una única disciplina me requeriría un esfuerzo tremendo para poder contar al mundo cosas tan complejas como las que vivimos. Por tanto, se podría decir que mi especialidad reside en la variedad, basada en la espontaneidad y el azar de los materiales.
